jueves, 7 de mayo de 2009

La Contradicción del sin Follaje.

En la vereda de mi casa crece un árbol de Olivo que tiene un tronco de 30cm. de diámetro (realmente ancho) y una copa grisácea y escasa que apenas da sombra y refresca a un que otro perro que maniobrando se tira a descansar.

La pobreza de su follaje se debe a que cada año para la misma fecha religiosa un grupo de ladrones lo acribilla para hacer de algo "sagrado" un negocio negro y criminal. Por más que en mi familia nos proponemos hacer guardia y cuidar que esta vez no vuelva a suceder lo mismo, encuentran la manera de arrancarle sus ramas dejando un pedazo de madera lastimado que surge del suelo, rodeado de hojas y ramitas secas que en la vorágine del desfalco no tuvieron tiempo de levantar.

Esta nota va dirigida, en primer lugar, a los criminales que deshojan cada año los árboles en cuestión con intenciones lucrativas, y a todos aquellos que promueven el mercado comprando un ramito de Olivo en las esquinas céntricas y semáforos de nuestra ciudad.

Para que vayamos entendiendo...
Días antes de la fecha en la que se conmemora la entrada triunfal de Jesús a Jerusalén, los "vendedores" se encargan de recorrer la cuidad en busca de Olivos, Palmas y Laureles saltando tapiales, metiéndose a jardines privados y robando –si, robando-. Gracias a estas maniobras corruptas los feligreses adquieren con facilidad y al módico precio de 10, 8 y hasta 5 pesos el producto que buscaban, para luego encaminarse contentos a la Misa del Domingo de Ramos donde harán bendecir el ramito para que se transforme en un símbolo sagrado de la Religión Cristina.

Creo que la ignorancia, la falta de reflexión y la comodidad son los gestores de esta CONTRADICCIÓN que implica bendecir y conservar como un testimonio de la Fe en Cristo un elemento proveniente de un acto corrupto, que elimina desde el momento de la transacción lo sagrado del hecho.
Quiero que quede claro que mi objetivo no es insultar a nadie ni quitarle valor a un episodio que respeto profundamente, sino convocar a que el próximo año reflexionemos antes de comprar el ramito de Olivo y nos preguntemos cuál es su procedencia.

Por suerte mi Olivo nunca se rinde y después de cada crimen anual renace lentamente en retoños. Para el Domingo de Ramos del 2010, en vez de comprar, les propongo que me llamen y yo les regalo todos los ramitos de Olivo y Palmas que sean necesarios. De esta manera, dejamos de contribuir al mercado de lo sagrado y conservamos en casa un símbolo verdadero de la Fe en Jesús.


Julieta Pedroni.

2 comentarios:

  1. Esta nota es más viejita pero, sin embargo, creo que vale la pena publicarla porque al referirse a un situación que se repite todos los años no pierde vegencia.
    Espero sirva y agrade... saludos!

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  2. "Religión Cristina"... ALTO FALLIDO, POR DIOS!
    Y sí, todo es negocio para los católicos, cada santería es un negocio de satanás. La gente cree que por revolear el ramito ese día Dios los va a querer más. Juaz. Ponele un cerco electrificado a tu pobre arbolito maltrecho.

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